Barakaldo, sin ir más lejos.

Hay quien dice que para transformar lo global, es necesario repensar y cambiar lo local, lo personal, lo intimo. En definitiva pensar globalmente, actuar localmente. Y siguiendo este axioma hoy me apetece escribir sobre la realidad, bastante durita por cierto, de mi  municipio de adopción, Barakaldo.

Pueden estar tranquilos, no les voy a aburrir con «susedidos» ni con banalidades propias de un municipio pretendidamente gris y anodido por el equipo de Gobierno, el PSE sin ir más lejos.

Llevamos muchos meses oyendo hablar de la trama Gurtel, los trajes de camps, el mamoneo de Correa con Special Events, el velodromo de Matas en Mallorca y demás. Y junto a todo esta ola de corrupción, hemos oido a los partidos políticos clamar ante tanta desverguenza y ladrón de guanto de blanco. Bueno a todos, o casí todos, menos a los del PP que de forma directa les toca.

Y sin  duda, quien menos ha escamoteado adjetivos y palabras ha sido el PSOE, y el PSE, conscientes de que ahí encontraban un filón por donde conseguir desviar la atención sobre su caida en picado en las encuestas, ya sea por la crisis, por su inutilidad manifiesta o por ambas.

Pero, ahora resulta, que aquí, en Barakaldo están empezando a aparecer una serie de irregularidades que de parecerse a algo, se parecen más a la corrupción que antes señalabamos que a una buena practica y gestión eficaz de los recursos de todos y todas las barakaldesas. Y resulta que en Barakaldo quien gobierna, y aquí si que no dicen que la alternancia es sana, es el PSE desde hace muchos, muchos años.

Primero fue la inmoral relación y posteo previo a una adjudicación de una concejal del PSE de Barakaldo con la empresa que finalmente resulto adjudicataria. ¿Curiosidades de la vida?

En otra ocasión fue la extraña condensación de personas afines a otro concejal del PSE en Barakaldo, en una barriada de reciente construcción, bajo forma de VPO en Cruces. ¿Simple casualidad?

Y ahora nos hablan de los millonarios contratos adjudicados a la entonces empresa de la actual directora de turismo del Gobierno Vasco, especializada en organizar eventos, saraos, lunches, concursos de misses y mister y proveer de azafatas que den un toque chic y guapo o guapa entre tanto traje gris, perfil orondo y cara aboniatada.

Los contratos realizados desde el 2002 hasta la actualidad, se elevan por encima de los 18 millones de euros nos informan. Que no es poca cosa, y en su mayoría se han hecho en contra de la opinión de los técnicos municipales, incluido el secretario en bastantes de ellos. Y muchos de ellos autorizados directamente por el alcalde de la localidad fabril, el señor Tontxu Rodriguez.

Pero lo mejor de todo, lo mas hilarante del caso es la contestación que desde el Ayuntamiento de Barakaldo se esta dando ante tanto mosqueo generalizado. Lo pueden leer aqui. Juzguen ustedes mismo si no es para fliparlo y mucho.

Ahora resulta que no haber pagado a la empresa de la que en la actualidad es Directora de Turismo del Gobierno Vasco habría sido un enriquecimiento injusto del Ayuntamiento!!!

Miren, señores y señoras del PSE, que hayan hecho lo que se señala, mal. Que nos tomen por tontos, cruel y estupido. Y que lo hagan amparandose en un supuesto sentimiento de pertenencia a la izquierda vomitivo y condenable (esto si) desde cualquier punto de vista.

Se me ocurren tantas maneras, como familias en riesgo de exclusión, o personas sin vivienda, o servicios sin prestar, para gastar ese dinero y no contribuir a un enriquecimiento injusto del Ayuntamiento. No desprecien la inteligencia de la gente, ni insulten a quienes tan poco tienen en Barakaldo.

Aquí los únicos que se han enriquecido injustamente son algunos amiguetes, que curiosamente lo son, porque se conocen de  los aledaños del partido que tan inconscientemente gestiona los recursos de todos y todas las barakaldesas, y que insisto es desde hace mucho tiempo el PSE.

A ver si desde la izquierda surgen más voces denunciando tanto desproposito y presentando una iniciativa o alternativa que ilusione al nutrido corazón rojo de la villa barakaldesa.