Hoy no puedo callarme ante las detenciones practicadas por el ministerio del interior. El ministro de Interior, el señor Rubalcaba se ha congratulado por la detención de 8 personas vinculadas a Askapena, una organización legal, con estatutos legales, con una actividad pública conocida por quien lo desee, de hecho hoy mismo tienen una charla con un ministro de Evo Morales.
Me parecen una autentica barbaridad estas detenciones, como me lo han parecido otras muchas en las que la mano del cardenal richelieu (rubalcaba) ha participado.
Es una barbaridad que se agarra por los pelos a la doctrina aznariana del «todo es ETA» para recortar nuestro ya de por si precario sistema de libertades. Porque Askapena no es ETA, como no lo era Egunkaria, como no lo era Egin, como no lo era la fundación Joxemi Zumalabe y cientos de personas a quienes se les ha privado de libertad por la caprichosa y siniestra mano de este ministro metido a estadista.
Pero un estadista, ante la oportunidad que tenemos delante, lo que debe hacer es favorecer que se asiente tal posibilidad no obstaculizarla ejerciendo la violencia. Si la violencia, ¿porque como si no se puede calificar la detención, interrogatorios, vejaciones y demás a las que se somete a los y las detenidas?
Tal vez Rubalcaba vea problemas personales o partidarios a esto de lograr la paz. Desde luego con actitudes y declaraciones como las que hace no cabe concluir otra cosa.
Pero pese a todo, no pueden, no deben quebrar el decidido impulso y la potencialidad que encierra el Acuerdo de Gernika. Rubalcaba sabe, al igual que otros elementos de la rancia derecha española (instalada tanto en el PSOE como en el PP) que ese acuerdo es una llave para abrir la puerta que durante tiempo ha tenido encerrada a nuestra sociedad, y sabe igual que lo sabemos nosotros y nosotras que cuando esa puerta se abra la ola va a pasarles por encima en todos los planos, en el electoral tambien, si finalmente tomará esa forma.
Pero debo decir que no comprendo, y digo no comprendo porque hablo de un amigo, sino sería más severo en la adjetivación del caso, como una formación de izquierdas de Euskal Herria y federada a otra formación de izquierdas en el estado, puede hablar de «prudencia, de apoyar a las fuerzas del seguridad del estado, y de esperar a conocer las pruebas que les incriminan….». Así no compa, si la izquierda dice o decía que hay que ser parte de los movimientos, y además de decirlo se pone en práctica, uno no puede quedarse callado o pasar por encima de una burrada como esta. Porque si se quiere ser parte del movimiento lo primero es estar, luego respetar y confiar y desde luego mostrar solidaridad cuando sea necesario, y esta ocasión si me parece que se da.
Pero bueno, soy tan ingenuo que creo que se rectificaran esas declaraciones «timidas» por unas que situen a esta formación donde estamos las demas que nos reclamamos de izquierdas en Euskal Herria, en la solidaridad activa con Askapena.
Si ya había motivos para asistir a la mani del sabado en Bilbao, tras las dos prohibiciones, ahora tenemos uno más que añadir a la lista de agravios contra estos gobiernos, el del reino y el delegado en la CAV, ahora tenemos una poderosa razón más para ocupar las calles de bilbao con una marea humana que les grite alto claro que ni las prohibiciones, ni las ilegalizaciones, ni las operaciones político judiciales disfrazadas de detenciones, van a impedir el avance hacia un escenario de paz y normalización política, tal y como se señala en el Acuerdo de Gernika.
Askapena aurrera! atxilotuak askatu!